Hoy fue un día de recambio colegial: partida de los grupos que llegaron el sábado pasado y arribo de COLEGIOS NUEVOS CON NUEVOS HOOOOMBRESSSSSSSSS, ENTIENDEN ESO???
Con ellos, también llegaron cientos de equipajes que se encuentran en todo el espacio de la recepción del hotel, esperando la limpieza de los cuartos que ocuparon los del contingente anterior. Recién hoy comprendemos lo difícil que es organizar el primer día de estadía y que todo funcione tipo engranaje. Hay mucha gente saliendo y entrando, mucha. Es necesario que nada falle, y a veces falla lo inesperado. SMX sigue al pie del cañón impertérrito. Nada los desaliña. Hasta tienen capacidad para responder a pedidos locos. Son realmente increíbles. En el medio de toda la atención que les brindan a los grupos están prestos a sacarse fotos, dejarse tirar al mar…
Si están imaginando que estamos exhaustas, agotadas y nos arrastramos de parador en parador ESTÁN TAAAAAAAAAN EQUIVOCADOS!!!!! (Bueno en realidad sí, pero en las jóvenes egresadas funciona tan diferente todo!!!)
El nivel de hormonas, incluida la adrenalina es tan alto en este momento que solo creemos que lo va a poder bajar el personal de migraciones con su mala onda característica mañana por la mañana… creemos, no estamos seguras igualmente…
Fue un día magnífico de playa que fue disfrutado a full. Metidas en el mar, todos los reales que quedaban fueron el pago a cuánto vendedor pasó, y pasaron muchos: más trencitas, pareos, aros, trajes de baño, anteojos, remeras, tobilleras… etc. etc. etc.
Todas las fotos todas, fueron sacadas.
Volvimos a un parador al que ya habíamos ido que fue el más lindo de todos. Comimos riquísimo, como la vez anterior.
Sobre el honor con respecto a cerrar el boliche de anoche, no hubo mucha publicidad, pero nos dijeron que también partieron en la última balsa.
Esta es nuestra última noche aquí. Las instrucciones son: bañarse, cerrar valijas y llevarlas a la recepción. El check out será a las 3:00 am cuando vengan de bailar. La ropa para el avión quedará en el bolso de mano y podrán cambiarse mañana por la mañana, sin dormir, fuera de la habitación. Situación que no rige para nosotras que dormiremos en la nuestra, adultamente. Todavía no sabemos con exactitud la hora del vuelo ni la aerolínea. Sabemos que habrá dos vuelos de SMX hacia allá. Calculamos al mediodía estar en BA.
La armonía reinante casi se pierde en el micro de venida de la playa cuando deliberaban acerca del outfit de la noche para "Alcatráz": “vamos de blanco”, “de negro”, “vamos disfrazadas”, “vamos con las remeras pintadas”, así… casi arde Troya.
Con ellos, también llegaron cientos de equipajes que se encuentran en todo el espacio de la recepción del hotel, esperando la limpieza de los cuartos que ocuparon los del contingente anterior. Recién hoy comprendemos lo difícil que es organizar el primer día de estadía y que todo funcione tipo engranaje. Hay mucha gente saliendo y entrando, mucha. Es necesario que nada falle, y a veces falla lo inesperado. SMX sigue al pie del cañón impertérrito. Nada los desaliña. Hasta tienen capacidad para responder a pedidos locos. Son realmente increíbles. En el medio de toda la atención que les brindan a los grupos están prestos a sacarse fotos, dejarse tirar al mar…
Si están imaginando que estamos exhaustas, agotadas y nos arrastramos de parador en parador ESTÁN TAAAAAAAAAN EQUIVOCADOS!!!!! (Bueno en realidad sí, pero en las jóvenes egresadas funciona tan diferente todo!!!)
El nivel de hormonas, incluida la adrenalina es tan alto en este momento que solo creemos que lo va a poder bajar el personal de migraciones con su mala onda característica mañana por la mañana… creemos, no estamos seguras igualmente…
Fue un día magnífico de playa que fue disfrutado a full. Metidas en el mar, todos los reales que quedaban fueron el pago a cuánto vendedor pasó, y pasaron muchos: más trencitas, pareos, aros, trajes de baño, anteojos, remeras, tobilleras… etc. etc. etc.
Todas las fotos todas, fueron sacadas.
Volvimos a un parador al que ya habíamos ido que fue el más lindo de todos. Comimos riquísimo, como la vez anterior.
Sobre el honor con respecto a cerrar el boliche de anoche, no hubo mucha publicidad, pero nos dijeron que también partieron en la última balsa.
Esta es nuestra última noche aquí. Las instrucciones son: bañarse, cerrar valijas y llevarlas a la recepción. El check out será a las 3:00 am cuando vengan de bailar. La ropa para el avión quedará en el bolso de mano y podrán cambiarse mañana por la mañana, sin dormir, fuera de la habitación. Situación que no rige para nosotras que dormiremos en la nuestra, adultamente. Todavía no sabemos con exactitud la hora del vuelo ni la aerolínea. Sabemos que habrá dos vuelos de SMX hacia allá. Calculamos al mediodía estar en BA.
La armonía reinante casi se pierde en el micro de venida de la playa cuando deliberaban acerca del outfit de la noche para "Alcatráz": “vamos de blanco”, “de negro”, “vamos disfrazadas”, “vamos con las remeras pintadas”, así… casi arde Troya.
Fue justamente en medio de esas votaciones que en un diálogo surgido espontáneamente recibimos el agradecimiento solapado a nuestro acompañamiento en este viaje: “¿Ustedes la pasaron bien?”- nos preguntaron amables. “Bárbaro gracias a ustedes, que supieron disfrutar de todo de una manera increíble!”. “Nosotras estuvimos bien porque sabíamos que estaban pero ni las vimos”.
Misión cumplida. Hasta mañana.